La iniciativa, recomendada por la Organización Mundial de la Salud, es organizada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y convoca a participar a todos los panaderos del país. El objetivo es promover la elaboración de panificados con contenido reducido de sal y ya hay preocupación por parte de panaderos de distintos lugares de la Argentina.
Un concurso del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) puso en alerta a los panaderos de todo el país, tanto, que en la semana que entra se reunirán en Buenos Aires para conocer las últimas novedades del proyecto.
La preocupación se basa en que el INTI lanzó la invitación para “promover la elaboración de panificados con contenido reducido de sal”.
La iniciativa llegó desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda una ingesta de no más de cinco gramos por día de sal. Como algunos estudios marcan que los argentinos consumen un promedio de entre 11 y 12 gramos diarios y que la mayor proporción de sal que se consume proviene de los alimentos procesados, la intensión es bajar esos porcentajes para prevenir enfermedades. El exceso de sal en la dieta es uno de los determinantes más importantes de la presión arterial elevada, que representa la principal causa de enfermedad y muerte en América Latina, y particularmente en nuestro país.
“Será difícil, como todo cambio, lograr que la gente compre pan con menos sal”, aseguró a UNO Dante Cauvet, presidente de la Federación de Industriales Panaderos y Afines de Entre Ríos.
Por eso el empresario se pondrá al tanto de las directivas que surjan a nivel nacional. Los panaderos piensa que si la idea es que se use sal sin sodio, el costo subirá notablemente.
“El kilo de sal común me cuesta 40 centavos y la sal sin sodio 2 pesos”, graficó Cauvet para que se entienda la variable. Es más, la sal común es importante también en el proceso de producción. Si se suplanta habrá que buscar otro ingrediente y esto también encarecería el precio.
De igual manera, el representante de los fabricantes de pan le quitó dramatismo a la situación: “Es una medida para que la gente coma con menos sal y está bien. Hay que ver cómo piensan implementarla y tratar de acoplarse de la mejor manera”, sentenció.
Por estos días los panaderos tienen otras preocupaciones más urgentes que la de la sal.
El concurso
De los alimentos elaborados, es sabido que el pan registra, en nuestro país, importantes niveles de consumo. Por eso, teniendo en cuenta que cada argentino ingiere alrededor de 250 gramos de pan por día, una reducción en el agregado de sal durante la elaboración de panes artesanales tendría un impacto beneficioso sobre la salud de la población, en especial en los sectores más vulnerables, donde la presencia del pan en la dieta es muy significativa. En los últimos informes médicos se explica que la disminución de un gramo de sal en la dieta diaria podría evitar unos 20.000 eventos cardiovasculares por año y al menos 2.000 muertes. El Ministerio de Salud de la Nación -en el marco del Plan Argentina Saludable- junto con el INTI y la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines realizaron el lanzamiento del concurso nacional Menos sal, más vida, cuyo objetivo es la reducción de sal en los panificados artesanales. En el acto, que tuvo lugar en la cartera de Salud, estuvieron presentes el secretario de Políticas, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud, Gabriel Yedlin; la subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos, Marina Kosacoff; el director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades no Transmisibles, Sebastián Laspiur y el presidente del INTI, Enrique Martínez.
La iniciativa, recomendada por la Organización Mundial de la Salud, es organizada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y convoca a participar a todos los panaderos del país. El objetivo es promover la elaboración de panificados con contenido reducido de sal y ya hay preocupación por parte de panaderos de distintos lugares de la Argentina.
