Si bien muchas veces no se le otorga la importancia que merece, el estrés es una de las enfermedades que más personas afecta actualmente en todo el mundo. El ritmo de vida acelerado hace que año tras año aumente considerablemente el número de gente que ve sus actividades modificadas por la carga estresante del día a día, especialmente en las ciudades de mayor porte en los países del primer mundo.
Hace pocos días se conoció la información de que un grupo de científicos de Dinamarca se encuentra estudiando el impacto del estrés sobre la integridad genética de las personas, obteniendo resultados impactantes. Según informaron los investigadores, la exposición muy prolongada a una situación estresante modifica las células de los individuos, activando algunas que estaban en proceso de letargo, lo cual implica un cambio relevante en el aspecto cognitivo de las personas.
Además, los especialistas señalaron que este impacto no tiene barreras de edad. Así, por ejemplo, si una mujer embarazada pasa por situaciones estresantes, las consecuencias directas estarán sobre el bebé ya que, al activarse ciertas células, se modificará su comportamiento dentro del útero.
Lo mismo pasa con los adultos. El estrés provoca cambios notables en el cuerpo (sobre todo en el cerebro), lo cual impacta directamente en las actividades de cada persona. Por dicho motivo el número de pacientes psiquiátricos con ataques de pánico, depresión y ansiedad es cada vez mayor.
Este estudio es más que interesante, ya que demuestra que los genes pueden sufrir cambios más que relevantes mientras el código genético no se ve afectado. Además los resultados pueden servir para comprender el por qué de muchas situaciones diarias que ven los médicos, tales como los trastornos psicológicos/psiquiátricos o los abortos espontáneos en mujeres embarazadas.
Todos los resultados de la investigación realizada en la Universidad de Copenhague pueden ser leídos en la revista de divulgación científica “Molecular Cell”.
